La sal de Celestún es el resultado de un proceso natural donde el agua de lluvia absorbe los minerales marinos sedimentados en el fondo de las charcas, y con la evaporación del sol se crean cristales de diferentes formas y texturas que se recolectan artesanalmente.
Este proceso ancestral, transmitido de generación en generación entre las familias salineras de Yucatán, surge de encontrarle un valor agregado y diferenciado al tipo de grano de sal, lo que permite obtener cuatro variedades gourmet: sal rosa, pirámide de sal, flor de sal y espuma de sal.